Auschwitz I
Con la inscripción «Arbeit macht frei» (el trabajo te hará libre), los hijos de puta de los Nazis daban la bienvenida, desde el año 1940, a los
prisioneros que ingresaban en el campo de concentración de Auschwitz I.
En otro momento presentaré fotos del campo. Aquí me limito a enseñaros como estos individuos amontonaban los objetos personales
de los prisioneros que despues asesinarían vilmente. Estos objetos pertenecerían probablemente a los últimos 7000 internos, que felízmente
fueron liberados por el Ejército Rojo en enero de 1945.
Es estremecedor saber que en nuestra historia reciente, los seres humanos (confiemos que solo algunos) nos encontramos con el problema
logístico, de nuestra incapacidad para hacer desaparecer la ingente cantidad de cadáveres que generábamos en las cámaras de gas.
En Auschwitz I, «solo» se podían quemar 340 cuerpos diarios. El III Reich puso manos a la obra y, en 1943 con la ampliación
«Auschwitz II, Birkenau» consiguió alcanzar la espeluznante cifra de 4576 cadáveres quemados en 24 horas.